noviembre 11, 2008

a tí, vai-venes y viceversa

Un solo de paz,

Directo al soñar…

Cuchillos en la espalda
Colchones mojados
Sabanas rotas
Ropas en el suelo.
Carteles despintados
Cielos descoloridos
Niñas que juegan
Hombres que imitan
Locos que matan
Sangre derramada
Basuras que contaminan.
Ilusión perdida.
Fugas en el corazón.
Fantasías perdidas.
Corazones desechos.
Sueño invisible
Destino sin fin.
Pasado sin principio.
Sonríe a ti que te estoy hablando.
Velero en altamar.
Balsa perdida.
Lágrimas secas.
Ojos que no ven, ni lloran ya.
Segundos que corren.
Ausencia que hace falta.
Vuelta a la tuerca, otra.
Letras que envelan.
Alcohol que no cura.
Poeta muerto.

Cantores que cantan,
Tonada desafinada.
Espacio que no encuentro.
Sol que no brilla
Luna de cemento.
Grises sin matices.
Verdad que callas
Mentiras que translucen.

Duerme y sueña.


...desperté desvelado - le conté -, como si no hubiera dormido en realidad. Parecía otro de esos, otro de esos días, otro de esos días normales; de los que habito en este bendito lugar. Encontré varias ropas en el suelo, alguna botella de licor, y un nauseabundo olor a cigarro (extraño, yo no fumo).

El lugar donde habito no es demasiado grande; no es demasiado comfortable, mas bien acogedor, diría yo; no esta ubicado en una gran zona (quizá x eso me visiten pocos). Consta de una cocina - pequeña x cierto -, un baño, un comedor, y a la izquierda de la entrada un cuarto.
Allí me encontraba yo, a la izquierda de la entrada. Dispuse a levantarme cuando un hit golpeo mi cabeza con fuerza y caí al suelo, como si algo me pidiera reposar mi cuerpo otra vez. 
No recordaba nada del día anterior, ni como había llegado a mi casa, ni como mi cuerpo se relajo en el somier. 
Aún estaba en el suelo, Lucía golpeo la puerta con fuerza supe de antes que era ella, de antes que estrechase su mano contra la ronca puerta - uno de esos Deja Vú - sentía que todo esto ya había pasado; el día sin memoria, el cuerpo sin sostén, la cabeza fuera de sí, el cigarrillo, el licor, Lucía y Gabriel. ¿Gabriel?. Llego arrastrado a la puerta giro la llave y Lucía entra, sin llegar a cerrar la puerta llego Gabriel, simplemente imposible, sabia como Gabriel había llegado de donde i porque había venido antes de saberlo realmente. Buscaba los archivos de la oficina, si de la oficina. Antes de que me lo mencionara le advertí donde se encontraban, y huyo como llego.
Lucía no saludo, fue hasta la cocina tomo un vaso de la repisa, le vertió algo de agua y me lo tiro en la cabeza. Fue algo mágico, volví a mi repentinamente. 
Me contó donde había pasado la noche, tequila - sexo - marihuana.
Lucía corrió. Nos encontramos esa noche, era sábado, tequila - sexo - marihuana, en mi departamento, alguna botella de licor...

dormí, desperté desvelado...como si no hubiera dormido...

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